En un mundo laboral cada vez más exigente, conocer los ejemplos de riesgos laborales y cómo prevenirlos es fundamental para proteger la salud de los trabajadores y garantizar ambientes seguros. Contar con conocimientos sólidos en prevención no solo evitar accidentes, sino que también mejora la productividad y contribuye al bienestar general en cualquier empresa.
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¿Qué encontrarás aquí?
- 1 Tipos de riesgos laborales
- 2 Ejemplos de riesgos laborales
- 2.1 Exposición a ruidos intensos (riesgo físico)
- 2.2 Manejo de productos químicos peligrosos (riesgo químico)
- 2.3 Contacto con agentes infecciosos (riesgo biológico)
- 2.4 Posturas inadecuadas o esfuerzo repetitivo (riesgo ergonómico)
- 2.5 Estrés y presión excesiva (riesgo psicosocial)
- 2.6 Uso de maquinaria sin protección (riesgo mecánico)
- 2.7 Manipulación de equipos eléctricos (riesgo eléctrico)
- 3 Cómo pueden las empresas prevenir riesgos laborales
Tipos de riesgos laborales
Los riesgos laborales se clasifican en distintas categorías según su origen y naturaleza. Esta clasificación permite a las empresas identificar de manera más eficaz los peligros presentes en sus actividades y establecer medidas de prevención adecuadas.
A continuación, te presentamos los principales tipos de riesgos laborales:
- Riesgos físicos: Provienen de agentes físicos como ruidos, vibraciones, temperaturas extremas, radiaciones, entre otros.
- Riesgos químicos: Asociados al manejo o exposición a sustancias químicas peligrosas (gases, vapores, líquidos inflamables, etc.).
- Riesgos biológicos: Derivan del contacto con agentes biológicos como virus, bacterias, hongos y parásitos.
- Riesgos ergonómicos: Relacionados con una mala postura, movimientos repetitivos o manipulación de cargas.
- Riesgos psicosociales: Se refieren a factores como el estrés laboral, el acoso, la carga de trabajo excesiva o la falta de control sobre las tareas.
- Riesgos mecánicos: Incluyen los derivados del uso de maquinaria, herramientas o equipos en mal estado o mal utilizados.
- Riesgos eléctricos: Surgen del contacto con instalaciones eléctricas defectuosas o falta de medidas de protección.
Ejemplos de riesgos laborales
Esta información es clave para identificar situaciones reales que puedan poner en peligro la integridad de los trabajadores en distintos sectores y puestos de trabajo. A continuación, te mostramos algunos de los principales ejemplos de riesgos laborales clasificados según su tipo:
Exposición a ruidos intensos (riesgo físico)
En fábricas, obras o aeropuertos, los trabajadores pueden estar expuestos a niveles de ruido que superan los límites permitidos. Esta exposición prolongada puede causar pérdida auditiva irreversible, fatiga, irritabilidad y problemas de concentración. El uso de protectores auditivos y el control del tiempo de exposición son medidas esenciales para mitigar este riesgo.
Manejo de productos químicos peligrosos (riesgo químico)
En sectores como la limpieza industrial, laboratorios o industrias químicas, es frecuente la manipulación de sustancias tóxicas o corrosivas. Por ejemplo, el contacto con ácidos sin equipo de protección puede generar quemadores graves o intoxicaciones. Es fundamental utilizar guantes, mascarillas y sistemas de ventilación adecuados.
Contacto con agentes infecciosos (riesgo biológico)
Trabajadores del ámbito sanitario, veterinario o de laboratorios están expuestos a virus, bacterias y otros agentes infecciosos. Un ejemplo es el riesgo de contagio de hepatitis o VIH por pinchazos con agujas contaminadas. La vacunación, el uso de guantes y el cumplimiento estricto de protocolos de bioseguridad son claves para prevenir estos accidentes.
Posturas inadecuadas o esfuerzo repetitivo (riesgo ergonómico)
En oficinas o fábricas, adoptar posturas incorrectas al estar sentado muchas horas o realizar movimientos repetitivos —como en líneas de montaje— puede provocar trastornos musculoesqueléticos, dolores crónicos o lesiones en muñecas, hombros o espalda. La ergonomía en el diseño del puesto y las pausas activas son soluciones efectivas.
Estrés y presión excesiva (riesgo psicosocial)
La sobrecarga de trabajo, la falta de apoyo del equipo o los plazos muy ajustados pueden generar un entorno laboral tóxico. Esto se traduce en estrés crónico, ansiedad, insomnio o depresión, afectando tanto la salud mental como el clima organizacional. Implementar políticas de bienestar, comunicación efectiva y gestión emocional es fundamental.
Uso de maquinaria sin protección (riesgo mecánico)
En talleres o industrias, el uso de máquinas con partes móviles sin protecciones adecuadas representa un gran peligro. Los trabajadores pueden sufrir cortes, aplastamientos o incluso amputaciones. Las revisiones periódicas, los dispositivos de seguridad y la formación continua son imprescindibles para evitar estos accidentes.
Manipulación de equipos eléctricos (riesgo eléctrico)
Electricistas o personal de mantenimiento que trabaja con sistemas eléctricos sin las medidas adecuadas se enfrentan a riesgos de descargas, quemaduras o incendios. Por ejemplo, intervenir en un cuadro eléctrico sin desconectar la corriente puede ser letal. La formación específica y el uso de herramientas aisladas ayudan a prevenir estos incidentes.
Cómo pueden las empresas prevenir riesgos laborales
Prevenir los riesgos laborales no solo es una obligación legal para las empresas, sino también una estrategia fundamental para mejorar la productividad, reducir el ausentismo y crear un entorno de trabajo seguro y saludable. La prevención comienza con la identificación y evaluación de los riesgos específicos de cada puesto y tarea, y continúa con la aplicación de medidas adaptadas a las necesidades de la empresa y de sus trabajadores.
Entre las principales medidas de prevención se incluyen la formación continua del personal, la señalización adecuada de las zonas peligrosas, el uso obligatorio de equipos de protección personal (EPP), el mantenimiento regular de instalaciones y equipos, y la adaptación de los puestos de trabajo desde una perspectiva ergonómica. Además, fomentar un clima laboral positivo y con canales efectivos de comunicación ayuda a prevenir los riesgos psicosociales.
También es crucial que las empresas desarrollen un Plan de Prevención de Riesgos Laborales, conforme a la normativa vigente de cada país, que incluya protocolos de actuación ante emergencias, evaluaciones periódicas de riesgos y la implicación activa tanto de la dirección como de los trabajadores. Invertir en prevención no solo salva vidas, sino que fortalece la cultura de seguridad y responsabilidad en toda la organización.